Las nuevas palabras sobre nuestro hábitos alimenticios que definen la tendencia este 2022
¿Has escuchado a alguien decir que es flexitariano o reducitariano? Estas palabras se han ido incorporando al vocabulario porque empezamos a entender diferente en qué consiste una alimentación consciente mientras hacemos un cambio en nuestros hábitos alimenticios.
Como el lenguaje es una representación de las necesidades de sus hablantes, estas dos nuevas palabras forman parte de las primeras tendencias del año. En un momento tan definitivo en cuanto a salud personal se trata, esta tendencia en conjunto con la elección de un seguro que contemple Gas-tos Médicos, hace todo el sentido.
Aquí te contamos qué significan ambos términos relativamente nuevos y cómo puedes adoptar una postura realista, contundente y consciente en relación a tu alimentación, contribuyendo a que tu salud se mantenga intacta aún en medio de las nuevas variantes del virus.
Por definición, el vegetarianismo consiste en “el régimen alimenticio basado principalmente en el consumo de productos vegetales, pero que admite el uso de productos del animal vivo, como los huevos, la leche, etc.” según la RAE, cuando en contraste, el veganismo cancela todo tipo consumo de productos de origen animal.
Estas posturas, tan éticas como propositivas en términos de salud, se han popularizado en conjunto con la búsqueda de un modo de vida más healthy y razonable con el entorno, pero sabemos que no se trata de un propósito de fácil alcance. Para mejorar tu estilo de vida con éxito se necesita disciplina, compromiso con nuestro bienestar y el del mundo, y un respaldo ante cualquier emergencia, como el que otorga la cobertura de un Seguro familiar.
Flexitarianismo
La palabra flexitariano se conforma por estas otras dos: flexible + vegetariano. Lo que sugiere la idea de que las personas que adopten esta postura, ocasionalmente no se apegarán al consumo únicamente de vegetales, dando la oportunidad de comer de manera más saludable, en un proceso constante.
Por ocasional nos referimos a una dieta basada en un 80% de alimentos de origen vegetal y un 20% restante de alimentos de origen animal. Esto acarrea puras ventajas en la opinión de los que han incorporado esta alternativa a sus vidas porque la dieta vegetariana reduce riesgos cardiovasculares, grasas, presión arterial y colesterol, mientras el consumo de alimentos animales en pequeña medida otorga aportes de proteína, calcio y vitaminas, evitando riesgos de anemias y otras enfermedades.
La palabra flexitariano se conforma por estas otras dos: flexible + vegetariano. Lo que sugiere la idea de que las personas que adopten esta postura, ocasionalmente no se apegarán al consumo únicamente de vegetales, dando la oportunidad de comer de manera más saludable, en un proceso constante.
Por ocasional nos referimos a una dieta basada en un 80% de alimentos de origen vegetal y un 20% restante de alimentos de origen animal. Esto acarrea puras ventajas en la opinión de los que han incorporado esta alternativa a sus vidas porque la dieta vegetariana reduce riesgos cardiovasculares, grasas, presión arterial y colesterol, mientras el consumo de alimentos animales en pequeña medida otorga aportes de proteína, calcio y vitaminas, evitando riesgos de anemias y otras enfermedades.
Reducitarianismo
El reducitarianismo, por otro lado, se genera como respuesta a las peticiones de la ONU, por ejemplo, en relación a reducir el consumo de carne como una medida urgente para contrarrestar el des-gaste ambiental.
De esta forma, este régimen ha sido adoptado incluso por personas que consumen muchos productos de origen animal en una semana normal pero que se exigen, alejándose de los extremos, dedicar uno o dos días a comer únicamente frutos y semillas.
El reducitarianismo, por otro lado, se genera como respuesta a las peticiones de la ONU, por ejemplo, en relación a reducir el consumo de carne como una medida urgente para contrarrestar el des-gaste ambiental.
De esta forma, este régimen ha sido adoptado incluso por personas que consumen muchos productos de origen animal en una semana normal pero que se exigen, alejándose de los extremos, dedicar uno o dos días a comer únicamente frutos y semillas.
4) Promover el vínculo con los clientes
La variedad de marcas que ofrecen tu producto o servicio difícilmente dejará de ir a la alza. Este es uno de los motivos por los que no habrá que priorizar la atención, empatía, escucha consciente y retribución con los clientes. Si tu empresa o marca es apreciada por tu consumidor, entonces dejas de ser uno entre la lista. Una manera de atender esto es interactuar con el cliente y promoverle satisfacciones vía redes sociales o directamente en el mostrador.
La variedad de marcas que ofrecen tu producto o servicio difícilmente dejará de ir a la alza. Este es uno de los motivos por los que no habrá que priorizar la atención, empatía, escucha consciente y retribución con los clientes. Si tu empresa o marca es apreciada por tu consumidor, entonces dejas de ser uno entre la lista. Una manera de atender esto es interactuar con el cliente y promoverle satisfacciones vía redes sociales o directamente en el mostrador.
Si tu intención es reformular tus hábitos alimenticios y las dos alternativas mencionadas primero resultan muy estrictas para ti, puedes comenzar por estas otras propuestas que sugieren primero establecer un día sin carne a la semana para ir consumiendo progresivamente de manera más equilibrada.
Lo más importante, sin embargo, será que tu dieta se adapte realmente a las necesidades de tu cuerpo tanto en cantidades como en grupos de alimentos porque cada cuerpo es y funciona distinto. Una manera de llevar esto acabo es teniendo más relación con cada cosa que consumimos, es decir, alejarnos un poco de la cadena de producción y en vez generar, cuidar y cosechar nuestros propios alimentos.
Piensa en esto, si la semilla y el fruto, si el pedazo de carne y producto animal que llevamos a nuestra ingesta, pasara directamente por nuestras manos y cuidados, consumiríamos sólo al ritmo que pudiéramos procurar y con ello, le estaríamos haciendo bien a nuestro propio cuerpo y entorno.
Lo más importante, sin embargo, será que tu dieta se adapte realmente a las necesidades de tu cuerpo tanto en cantidades como en grupos de alimentos porque cada cuerpo es y funciona distinto. Una manera de llevar esto acabo es teniendo más relación con cada cosa que consumimos, es decir, alejarnos un poco de la cadena de producción y en vez generar, cuidar y cosechar nuestros propios alimentos.
Piensa en esto, si la semilla y el fruto, si el pedazo de carne y producto animal que llevamos a nuestra ingesta, pasara directamente por nuestras manos y cuidados, consumiríamos sólo al ritmo que pudiéramos procurar y con ello, le estaríamos haciendo bien a nuestro propio cuerpo y entorno.
