Rutina de ejercicio para activar tu cerebro
¿Tienes una rutina de ejercicio y una de cuidado facial pero no tienes una que procure y active tu cerebro? Aquí te contamos sobre esta nueva tendencia
Las características del mundo globalizado que se expresa en las demandantes cargas laborales y la cantidad de proyectos personales que solemos iniciar, el tráfico y el caos, sugieren que compensemos el desgaste diario en forma de cuidados personales, rutinas nutritivas, el buen empleo de las tecnologías y nuestro tiempo. Dicho de manera general, el ritmo actual que vivimos demanda la decisión consciente de atender y resolver las preocupaciones o riesgos de manera que no perjudiquen nuestra tranquilidad.
Tenemos planes alimenticios, rutinas de ejercicio, de cuidado facial; acudimos a las tendencias para tener un espacio cómodo, así como al uso de herramientas que nos faciliten las tareas laborales, pero, ¿qué podemos decir sobre el cuidado de nuestra mente?, ¿cuándo la dejamos descansar?
Cuando hablamos del cuidado de nuestra mente, queremos abarcar desde su mantenimiento —solemos mantener en forma otros elementos del cuerpo sin poner especial atención en nuestro estado mental—, la estimulación de nuestro cerebro y sobre todo, el cuidado de la salud mental.
Sobre todo, después de un periodo que puso a prueba máxima la fortaleza de nuestras mentes, como el reciente aislamiento por la pandemia, el tema de la salud mental debe incluirse en nuestras prioridades. Pero cómo podemos garantizar al menos alguno de los tres puntos que acabamos de mencionar, ¿cómo tener una rutina que procure el buen estado de nuestra mente?
1. Pregúntate cosas importantes
Preguntarnos cómo nos sentimos interior e individualmente, de una manera consciente y amorosa, es el primer cambio de escenario. Puede ser que encuentres que tienes una tendencia a la ansiedad o al estrés excesivo o puede que este cuestionamiento personal te dé más pistas de cómo procurarte. En el caso de que suceda lo primero, será muy necesario que acudas por apoyo psicológico. Hay múltiples especialistas de la salud de mental que podrán encaminar una terapia que te permita monitorear tu estado emocional tanto como el balance de sustancias de tu cerebro. ¡No lo pongas de lado!
2. Organiza tu agenda y prevé para soltar el control
Al contrario de lo que podría pensarse, cuando planificamos la semana, contemplamos los riesgos de nuestro negocio o las necesidades que debemos de cubrir para nuestro bienestar y el de nuestra familia, la idea es que ganemos tranquilidad y no necesidad de control. El hecho de poder prevenir, nos restará cosas de la cabeza al mismo tiempo que nos ayudará a trabajar con la idea de que nadie tiene el control de lo que sucede. En la aceptación de lo anterior y en la prevención de lo que sí podemos controlar —como por ejemplo, la creación de un horario o la compra de un Seguro de Vida—lo que estamos propiciando es nuestro espacio y tranquilidad mental.
3. Haz espacio para buenas horas de sueño
No subestimes el poder de dormir. A veces vamos quejándonos durante el día por algún dolor de cabeza, por lo irritables que podemos estar o porque nos encontramos agotados mentalmente, y la pregunta que tendremos que hacernos es la siguiente: ¿dormimos lo suficiente? Parece difícil procurar esta parte de nuestras vidas cuando tenemos un ritmo muy demandante de trabajo, pero si esto se desequilibra no podremos seguir andando.
4. Incluye un espacio para la relajación diariamente
Te lo debes. Así como es vital que comas rico y sano, será todo un acierto que le dediques un espacio al día para mirar hacia dentro y hacer un mapeo de tu cuerpo y de cómo te sientes. A ésto le llamamos técnicas de relajación y autoconsciencia. Incluso puedes proponerte meditar por unos minutos diario. Para empezar, no tienes que ser muy ambicioso: siéntate en un lugar cómodo en flor de loto o la postura que mejor te haga sentir, cierra los ojos e intenta poner atención tan sólo en tu respiración.
